Primera flor del jazmín que plantó mi hijo Ali en la anterior casa de Ogíjares |
Para ungirme príncipe
no me exigió riquezas,
ni, con alarde, provenir
de legendarias dinastías.
Tampoco fastuosos palacios
rebosantes de lindezas,
ni adulones floreos,
ni aura de mesías.
Qué importa cuánto dure
el fragor de un jazmín.
Por un día con ella, encantado,
entregaría mi porvenir.
Un minuto, un día, un año…
¿Tú conoces los designios de Al-Muqit?
Amada muchacha de ámbar,
de gloriosa estirpe florecida,
con el mayor respeto digo:
si te anima la materia
no naciste para mí,
hijo del desapego,
pues ya, hace mucho tiempo,
me despojé de los tesoros
para dejar el redil.
Mas envejecer a tu vera,
de tu tierna mano asido,
es el venturoso viaje
que pido al cielo, compañera.
José Urbano Priego © 2011
12 agosto 2011
4 comentarios:
Envejecer es el venturoso viaje. Y más aún cuando nuestro mayor equipaje es la paz alegre.
Y entonces, ella comprendió que era realmente el amor de su vida, y juntos emprendieron un largo y ardúo viaje juntos...para siempre.
!!!pues habrá que tomar "agua de vida" (Receta:canelita,miel,y amor y respeto a uno mismo), para retrasar el envejecimiento.........
Envejecer es como coger el tren en marcha, reintegrar el descuento y cerrar los ojos para no ver el paisaje.
Sueño profundo, ea!
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